"Es mi máximo orgullo", en libertad manifestante del 11J en Camagüey

La manifestante del 11 de julio de 2021, Reyna Yacnara Barreto Batista

Reyna Yacnara Barreto Batista ha sido liberada tras cumplir su sanción por participar en las protestas del 11 de julio de 2021 en Camagüey. Ahora, con el deseo de reconstruir su vida, Barreto sueña con emigrar para reunirse con su familia y alcanzar una verdadera libertad.

Las autoridades cubanas otorgaron la libertad por cumplimiento de sanción a la manifestante del 11 de julio de 2021 en Camagüey, Reyna Yacnara Barreto Batista.

“Todavía no me lo creo. Yo cumplía el 8 de septiembre, pero me mandaron un mensaje que tenía que ir a recoger la libertad. Fui, y no sé qué habrá pasado que me la anticiparon, pero pasó”, dijo en conversación con Martí Noticias.

La joven de 25 años fue condenada a cuatro años de trabajo correccional con internamiento por los cargos de desórdenes públicos y atentado, este último por responder a la agresión de un agente policial durante la protesta popular.

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Declaraciones de Reyna Yacnara Barreto Batista

El 20 de enero de 2025, en virtud del compromiso del gobernante Miguel Díaz Canel con el Vaticano de liberar a 553 reos, de los que alrededor de 200 fueron participantes de las demostraciones del 11J, la camagüeyana fue excarcelada bajo una licencia extrapenal debido a sus trastornos psiquiátricos que la invalidan de trabajar.

Barreto cuenta actualmente con 25 años y su mayor aspiración es salir del país: “quiero recuperar lo perdido. Todavía no sé cómo hacerlo, pero mi meta irme del país para estar con mi familia y poder estar realmente libre de todo”, recalcó.

Antes de ser encarcelada, la joven se sustentaba de las remesas de sus familiares asentados en España y Estados Unidos.

“Nunca han querido que yo sea una más explotada aquí, con salario mínimo, que al final no me iba a pagar para nada”, declaró.

La joven mostrando su carta de libertad

Relató que cuando salió a la calle aquel domingo de 2021, junto a miles de camagüeyanos, fueron los agentes, uniformados o de civil, los que usaron violencia contra los ciudadanos pacíficos que llenos de euforia pedían mejores condiciones de vida y libertad.

"Si volviera a echar el tiempo atrás, volvería a sentir lo mismo, incluso con los conocimientos que tengo hoy en día, por todo lo que pasé y de hecho yo no me lamento de haber estado presa", relató.

"Sí, la pasé mal, sí sufrí, pero no lo lamento. Estoy orgullosa de ser la persona que soy y de todo lo que aprendí, de todo lo que vi, de todo lo que viví y de todas las personas que conocí. Creo que es mi máximo orgullo”, afirmó.